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La ley de la antigua Babilonia

El Código de Hammurabi
La ley de la antigua Babilonia

Contexto histórico mesopotámico. En el segundo milenio a.C. la región de Mesopotamia estaba dividida en ciudades-estado con dinastías rivales. Tras el colapso del imperio de Ur (c. 2000 a.C.) llegaron a la zona los amorreos, un pueblo semita. En torno al año 1792 a.C. el rey Hammurabi (que gobernó hasta 1750 a.C.) heredó el trono de Babilonia y fue consolidando un vasto imperio en el sur mesopotámico. Para unificar su reino, en 1758 a.C. Hammurabi ordenó grabar un conjunto de leyes en una estela de basalto negro, de unos 2,4 metros de altura. Este documento, escrito en acadio cuneiforme, contiene 282 artículos que regulaban la vida diaria y los conflictos entre sus súbditos. En las inscripciones proclama que las leyes proceden del dios Sol (Shamash o Marduk), legitima así su autoridad religiosa y política.

Estela del Código de Hammurabi:
muestra la estela original de basalto donde aparece Hammurabi ante el dios Shamash.

Estela del Código de Hammurabi (Museo del Louvre, París), coronada por un relieve en el que Hammurabi aparece de pie ante el dios del Sol, Shamash. Todas las leyes siguen un patrón condicional del tipo “si… entonces…”. Primero se expone la acción (“si alguien comete tal delito”) y luego se anuncia el castigo correspondiente. Por ejemplo, la ley del talión aparece textualmente: “ojo por ojo, diente por diente”. En la práctica las penas eran muy severas: la muerte y las mutilaciones eran frecuentes, así como los juicios por ordalía (por ejemplo arrojar al acusado al río y juzgarlo según si sobrevive). Además, el código era clasista: el mismo delito recibía castigos diferentes según la posición social del culpable (hombre libre, mujer de determinada clase, esclavo, etc.). Por otro lado, destaca que el acusado tenía derecho a presentar pruebas, lo que algunos estudiosos consideran un primitivo indicio de presunción de inocencia.

El hallazgo de la estela

Tras la muerte de Hammurabi el imperio babilónico entró en decadencia. En el siglo XII a.C. el rey elamita Shutruk-Nahunte saqueó Babilonia y llevó varios monumentos como botín de guerra: entre ellos la famosa estela con el código. La pieza quedó enterrada en la ciudad elamita de Susa (actual Irán) hasta que, en diciembre de 1901, fue redescubierta por una expedición arqueológica francesa dirigida por Jacques de Morgan. La estela, reconstruida a partir de fragmentos, fue enviada al Museo del Louvre en París, donde permanece hoy. Poco después su contenido fue traducido al francés por el asiriólogo Jean-Vincent Scheil. El hallazgo fue un hito arqueológico: proporcionó una visión detallada de cómo se administraba la justicia en una de las primeras civilizaciones, y destacó el alcance de la ambición política de Hammurabi al estandarizar las leyes para todo su imperio.

Comparación con otros códigos antiguos

Hammurabi no fue el primer legislador de Oriente Medio, pero sí el más célebre. Siglos antes ya existían textos legales escritos. Por ejemplo, el Código de Ur-Nammu (Ur, c. 2100 a.C.) regulaba homicidios, robos y daños a la propiedad; a diferencia de Hammurabi, a menudo imponía compensaciones económicas en vez de castigos físicos. En Sumeria también hubo precedentes como las reformas de Entemena y Urukagina (c. 2400 a.C.), así como el Código de Lipit-Ishtar de Isin (c. 1870 a.C.) y las Leyes de Eshnunna (c. 1930 a.C.), que reflejaban una tradición legal creciente en la región.

Frontispicio del código (detalle superior): grabado antiguo de 1903 publicado en dominio público en EE. UU., refleja la escena de Hammurabi recibiendo las leyes en bajorrelieve.

En Anatolia (la actual Turquía) los hititas reunieron sus propias leyes en dos series publicadas en Hattusa hacia el siglo XVII a.C. Estas “leyes hititas” también incorporaban la ley del talión, pero con una característica distintiva: no aplicaban el talión en los casos más graves. Por ejemplo, en homicidios preferían imponer compensaciones (o esclavos a modo de indemnización) en lugar de infligir mutilaciones o la muerte al culpablearchivodeinalbis.blogspot.com. En general, los códigos hititas iban evolucionando hacia penas más leves y orientadas a reparar el daño al ofendido, lo que contrasta con la mayor rigidez del estilo babilónico. Estas similitudes y diferencias muestran que el código de Hammurabi forma parte de un largo desarrollo jurídico en el Próximo Oriente antiguo.

Influencia en sistemas posteriores y el derecho moderno

El Código de Hammurabi dejó una huella duradera. Su método de codificar leyes sirvió de modelo para culturas posteriores. Por ejemplo, en la antigua Israel hay paralelismos claros en la Ley de Moisés (Biblia), donde también aparecen el talión (“ojo por ojo”) y muchas regulaciones sociales similares. En la antigua Roma, la idea de un cuerpo de leyes escritas como las Doce Tablas (450 a.C.) tiene antecedentes en la tradición mesopotámica. En sentido amplio, la noción de que la justicia debe estar escrita y accesible a todos tal como hizo Hammurabi inspiró los códigos legales posteriores. Incluso se señala que algunos principios modernos tuvieron ecos lejanos en estas leyes: por ejemplo, el uso de reglas claras y la idea de que el acusado puede defenderse (una forma primitiva de presunción de inocencia) aparecen ya en este código.

Réplicas o detalles museísticos
imagen de una réplica de la estela o detalle del relieve aclara el texto cuneiforme
Licencia Creative Commons CC BY‑SA.

Aunque en la práctica muchas de las penas de Hammurabi eran brutales para nuestros estándares, el planteamiento de un sistema legal público y uniforme representó un gran avance histórico. La impronta del código se percibe hoy en día en el concepto moderno de estado de derecho: la idea de que las normas deben ser aplicadas de manera coherente a todos los ciudadanos bajo un poder central. En resumen, este venerable conjunto de leyes no sólo nos habla de la sociedad babilónica, sino que fue el prólogo de la codificación legal en la civilización occidental y de otros sistemas jurídicos. Gracias a él conocemos los orígenes de prácticas como el juicio formal, la diferenciación de clases en la ley, y la búsqueda de equivalencias en los castigos –todos elementos que, transformados, subsisten en diversos grados en el derecho contemporáneo.


Fuentes: Este artículo se ha basado en estudios históricos y traducciones académicas, incluyendo las inscripciones originales del Código de Hammurabi y análisis de expertos archivodeinalbis.blogspot.com

Cada afirmación clave se sustenta en textos divulgativos y académicos especializados. Por ejemplo, sabemos su contenido y contexto gracias a fuentes como Muy Interesante, la Enciclopedia de Historia Mundial, y estudios lingüísticos de los cuneiformes babilónicos. 

Estos trabajos resaltan la relevancia del código en la historia del derecho antiguo y su influencia en generaciones posteriores.

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