Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias (Zamora)

La Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias es una cofradía católica de la ciudad de Zamora que desfila en su Semana Santa, en la noche del Viernes Santo.

Historia

La Cofradía fue fundada en 1412 bajo la denominación de Cofradía de Dolores y Angustias, según la tradición por el dominico valenciano San Vicente Ferrer1 cuando llegó a Zamora a predicar para conseguir la conversión de su numerosa aljama.

Este origen legendario pudiera ser cierto para la difusión de la devoción, en torno a la cual debió organizarse la Cofradía de las Angustias que, al igual que las de la Cruz, era de disciplina. Así figura bordado en letras de oro en el actual estandarte de la Cofradía. Un incendio en 1550 destruye el importante archivo documental borrando cualquier indicio fundacional de la misma.

Los primeros datos extensos proceden de los estatutos de 1579. El nombre oficial de la hermandad era de la Soledad de la Madre de Dios y Consuelo de los Desamparados.

En 1581 se acuerda construir una capilla para Nuestra Madre, en un huerto propiedad de la Iglesia de San Vicente situado en su muro norte, lo que se llevaría a cabo cuatro años más tarde,​ aunque hasta 1608 no se terminará la construcción de la capilla de los Dolores para la imagen de la Virgen.

En 1602 ya aparecía perfectamente estructurada la Hermandad, que estaba dividida en dos secciones: la de los hermanos que se disciplinaban en la procesión -que posteriormente lavaban sus heridas en la capilla- y la de los que iban alumbrando solamente.​ En 1603 tenía 130 hermanos.

En 1794, coincidiendo con la crisis que sufren todas las hermandades zamoranas, agravada en este caso por la prohibición de la disciplina pública, se procede a una reorganización que supone la aprobación de unos nuevos Estatutos.

En 1865 se llevó a cabo una nueva reorganización, y en 1870 se produce su disolución, a causa de un pleito con el Vizconde de Garcigrande​ sobre quién debía llevar el estandarte; desde ese momento se organiza la procesión de la noche del Viernes Santo por el párroco de San Vicente con la participación popular.

En 1929 se restableció la cofradía con su estructura actual, desfilando en la misma, junto a Nuestra Madre de las Angustias, las imágenes de San Vicente, la Virgen de las Espadas y, durante algún año, el Retorno del Sepulcro, más tarde suprimidos. En 1994 se incorpora al desfile procesional el Santo Cristo.

Actualmente tiene mas de 5000 hermanos.

Emblema y Medalla

El emblema de la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias al igual que muchas otras cofradías denominadas de la misma forma, es un corazón atravesado por siete espadas o dagas.

Es el distintivo oficial para todos los hermanos y hermanas de la Cofradía; va prendida de un cordón de seda trenzado en blanco y negro. Este modelo fue estrenado en 2009 y supone una ampliación de la que hasta ese momento existía, en aleación mate color bronce. El modelo es uno preexistente en varios puntos de la geografía nacional siendo imposible determinar el origen del mismo, variando la efigie central y la inscripción trasera. Tiene forma oval y va rodeada de un marco de tipo pergamino enrollado, calado en la parte interior del ovalo, mostrando en el anverso la efigie de Nuestra Madre de las Angustias y en el reverso el emblema oficial que rodea el título de la Cofradía, y en su parte inferior el número de hermano. Está hecho en aleación de color plata.

Imágenes

Nuestra Madre

- Nuestra Madre de las Angustias, o simplemente Nuestra Madre, es una de las imágenes de más devoción popular en la ciudad de Zamora desde inicios de la Edad Moderna. La actual imagen es obra de Ramón Álvarez, quien la finalizó en 1879. La Virgen es de vestir, teniendo tallados solamente cabeza, pies y manos; el Cristo es totalmente de talla, destacando por la capacidad que tuvo el artista para hacerlo más ligero, llegando en algunos puntos su grosor a poco más de 5 milímetros, y se completa con una cruz de plata sobre armazón de madera. La mesa, diseñada por Antonio Pedrero, es portada a hombros por 27 cargadores.

Stma. Virgen de las Espadas

. Inicialmente, sería conocida como Nuestra Señora de las Soledad; y con la actual tipología también fue denominada Nuestra Señora de los Dolores.

Tradicionalmente se ha señalado que, tras la bendición de la nueva imagen de Nuestra Madres de las Angustias, se encargó a los talleres de Olot una de bastidor, que sería conocida como Virgen de las Espadas. Sin embargo, cuando se efectúa un exhausto examen de la misma se hacen patentes los rasgos propios de las obras de Ramón Álvarez; por tanto, podría atribuirse su autoría a las manos del imaginero zamorano. Desde esos momentos el culto a su advocación fue en aumento.



La Virgen de las Espadas, tras dejar de desfilar en 1968, volvió a salir de nuevo en la procesión de Viernes Santo de 2010, aunque con un mayor tamaño.

La mesa, diseñada por Antonio Pedrero y ejecutada por José Antonio Pérez, es portada a hombros por 18 cargadores, hombres y mujeres, siendo la primera plantilla mixta que carga una mesa en Zamora.

Santo Cristo de la Misericordia


- En 1994 se incorporó a la procesión el denominado Santo Cristo de la Cruz de Carne, que se venera en un altar del presbiterio de la catedral, en cuyo sagrario se conservó durante muchos años la reliquia de la referida Cruz. La cofradía lo ha pasado a denominar de las Angustias.

Se trata de una obra del siglo XVI, cuya autoría se desconocía hasta que Santiago Samaniego Hidalgo ha podido certificarlo como de Amao Palla, lo que abre, a su vez, nuevas vías para la interpretación del Cristo de la Injurias, con el que mantiene grandes semejanzas formales.

El Crucificado de correctísima anatomía, un tanto enjuto. Es representado muerto. Su rostro de belleza formal, tiene barba rizada y tanto éste como los cuajerones de sangre del costado, son góticos. El paño de pureza de Cristo es típico del momento en el que fue hecho, del siglo XVI entre finales del primer tercio e inicios del segundo, unos años antes del Cristo de las Injurias, al que serviría de modelo.

Desfila en la mesa procesional a ruedas, aunque transforma, que se realizó en 1969 para la imagen de Nuestra Madre, diseñada y realizada por Hipólito Pérez Calvo, es empujada por 5 hermanos.

Hábito

Los hermanos, y aquellas hermanas que así lo quieran, visten túnica de estameña blanca, ceñida con cordón y decenario, y caperuz de terciopelo negro. Llevan hachones. Las hermanas pueden vestir también de riguroso luto, portando vela con tulipa. Todos llevan la medalla de la Cofradía.

Procesión

Sale la noche del Viernes Santo desde la iglesia de San Vicente para dirigirse, desde 2005, hacia la Catedral, donde se realiza una estación para el rezo solemne de la Corona Dolorosa.

Sede

El culto de la imagen titular está en la Capilla de Nuestra Madre de las Angustias de la Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir de Zamora.

Historia de la Capilla:

Extractado del artículo “LA ESTAMPA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS DE ZAMORA” de José Ángel Rivera de las Heras publicado en la revista Barandales en el número del año 1995 (pág 55-58). (…) La (estampa) que aquí estudiamos representa el interior de la capilla de Nuestra Señora de las Angustias, edificada en el lado norte de la iglesia de San Vicente de Zamora. La plancha de cobre, de 550 x 391 mm., fue abierta en Sevilla en 1741 y actualmente se conserva en el museo parroquial de la iglesia citada.

Según la documentación conservada, la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias adquirió en 1585 unos solares con el fin de construir una capilla, imponiendo sobre ellos un fuero perpetuo de 500 maravedíes anuales a favor de la fábrica de san Vicente.

En 1602, por carecer de medios económicos para financiar la obra ya comenzada, los vendió a doña Francisca Velázquez, viuda del tesorero de las alcabalas reales de la ciudad, don Juan de Zamora Meléndez. Un año después se concertó la obra de albañilería y cantería con los maestros trasmeranos Juan de Villavocilla y Juan de Rubayo, y la de carpintería con el maestro Bartolomé de Oviedo, terminando la construcción al año siguiente.

En 1698, dado que amenazaba ruina, la capilla fue reedificada, trabajando en ella los maestros de cantería Diego Carrascal y Manuel de Barcia. Fue entonces cuando se levantaron nuevas paredes y las bóvedas de yeso que aún hoy voltean, imitando las que había realizado tres años antes en la nave de la parroquial el albañil Alberto López.

Sobre la capilla ejercieron su patronato los vizcondes de Garci-Grande, quienes sostuvieron a lo largo del tiempo diversos pleitos con la cofradía.

El primer retablo que tuvo la capilla fue ajustado en 1603 por doña Francisca Velázquez con el ensamblador zamorano Juan González y el escultor luso Gaspar de Acosta. Duró poco tiempo, pues en 1680 se asentó uno nuevo, a la par que se realizó el camarín y diversas obras en la capilla, a cuyo término se celebraron diversos actos religiosos.

Ocupa la parte central de la estampa el retablo mayor de la capilla, barroco, compuesto por banco, un solo piso -tetrástilo- con tres calles y ático. La calle principal alberga la antigua imagen de Nuestra Señora de las Angustias. La figura de la Virgen va vestida con túnica, toca y manto y ceñida con corona con halo de rayos. En el regazo acoge con sus manos el cuerpo inerte de su Hijo. Tras ellos se sitúa la cruz con el sudario pendiente del travesaño. A ambos lados aparecen dos angelitos portando sendos candeleros y otros dos junto a la peana. Las calles laterales, flanqueadas por columnas salomónicas decoradas con motivos vegetales en sus espiras, acogen dos lienzos pintados con los temas del Buen Pastor (lado del evangelio) y de la imposición de la casulla a. san Ildefonso (lado de la epístola). El ático, semicircular, contiene en su centro el lienzo del descendimiento. El banco está decorado con abundante cardina, aunque en la realidad los paños que van entre los pedestales albergan los lienzos de la coronación de la Virgen por la Trinidad (lado del evangelio) y del empadronamiento en Belén (lado de la epístola). Bajo la predela, y apeado sobre dos gradas, se sitúa el altar, que tiene un frontal con marco de madera y campo de tela con el monograma mariano en su centro; sobre él hay dos candeleros, una cruz y una sacra.

Los enlucidos paramentos laterales presentan cinco hornacinas, con bajas celosías, que cobijan otras tantas imágenes: en el lado del evangelio el Ecce Horno y la Soledad y en el de la epístola la Verónica, Cristo con la cruz a cuestas y otra que puede tratarse de san Vicente Ferrer. Tras las pilastras que sostienen el arco triunfal penden dos lámparas de brazos que bien podrían ser las «dos arañas de plata» que donó a la imagen en su testamento, fechado en 1703, Isabel de Morales, esposa del platero zamorano Lucas Franco. Franqueado el cancel que limita el solado, embutida en la pilastra del lado del evangelio, hay una pila de agua bendita con taza gallonada. La perspectiva permite ver la bóveda de la capilla, de cascarón, con labores geométricas de yesería, así como el intradós del arco, con casetones, y su rosca, con figuras de angelitos asidos del cortinón que, a modo de festón, cae lateralmente desde un pequeño pabellón situado en la clave y que cubre una representación de la cruz con sudario. Fuera del arco, en los ángulos de la estampa, aparecen las figuras de otros dos angelitos que portan instrumentos de la Pasión (martillo y tenazas).

El domicilio social de la Cofradía se encuentra en el local de la C/ Quebrantahuesos 6, bajo, Zamora.

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