La Semana Santa
"Tradiciones que se Resisten al Olvido"
Hace algunos años, donde las campanas de la iglesia marcaban el ritmo de la vida, la semana santa era sagrada. Nadie osaba desafiar las tradiciones, y los viernes sin carne, desde el miércoles de ceniza, hasta el viernes santo, (incluidos)eran una prueba de fe y obediencia. No porque alguien los obligara, sino porque así se había hecho siempre. "Donde manda la costumbre, no gobierna el capricho", solía decir la "ti " Teresa, una de las personas más mayores del pueblo.
En los pequeños pueblos, donde las calles son, cada vez más silenciosas y las casas parecen guardar secretos antiguos, la Semana Santa sigue siendo una de las tradiciones más arraigadas, aunque cada vez con menos participantes.
Durante décadas, esta celebración religiosa reunió a generaciones enteras, que con devoción y orgullo preparaban altares, procesiones y pasos que recorrían las calles sin asfalto, bajo el repique de campanas y el alboroto de las "tarracas " o matracas.
El domingo de ramos, era un día muy especial. La gente se ponía sus mejores ropas para ir a misa, a buscar el ramo.
"El día de Ramos,el que no estrena nada,no tiene pies ni manos ".
Esto, se solía decir, aunque en realidad era solo un dicho antiguo, que no tenía ningún, digamos, sentido especial.
Los Ramos, era y es, vamos, el mayordomo de la iglesia el encargado de prepararlos yéndolos a buscar algún pueblo vecino, (de laurel o de olivo). El del cura y el del alcalde, decorados con romero y algún lazo, los demás, sencillos. Antiguamente era así, hoy en día, ya todos iguales.
Se formaban grandes colas en el pasillo de la iglesia para coger el ramo, de la mano del cura, ya bendecidos por el agua bendita. A veces solía fallar el cálculo para tanta gente...pero, hoy en día, siempre sobran.
Una vez, todos con el ramo, se sale en procesión con ellos acompañando con cantares que la gente se emociona al escuchar.
El jueves santo, se hace el monumento. Donde se cubre el altar de la virgen con una preciosa decoración hecha para este día, con colores morados y blancos, símbolos de tristeza y dolor por la muerte de Jesucristo. Por la tarde se preparan "los tayos "en los cuales la gente va poniendo las velas y se reza acompañando "AL SEÑOR " unas horas y se cotan las campanas, hasta el domingo de resurrección. (antiguamente se quedaban hasta la madrugada, ahora ya casi no hay gente que vaya y mucho menos que se quede).
El viernes santo. Un poco antes de la misa, los rapaces salen con las "tarracas" , también llamadas matracas, tocando por las calles, para avisar a la gente que es la hora de ir. Ese día se sale en procesión por las calles con una vela, con sus paradas para leer las estaciones correspondientes.
Como anécdota: la cera de las velas hacía "marca", algunos rapaces, se dedican a caer su cera por su mano, otros, en su descuido casi queman al que va a su lado y un día de viento, era casi, imposible que las velas mantuvieran su llama encendida.
El sábado Santo: la misa de gallo y la bendición del cirio pascual, donde se hacía una hoguera a la puerta de la iglesia y se apagaban las luces de dentro mientras se rezaba. Al volver a la iglesia, el repique de campanas, como señal que Jesucristo había resucitado.
Y el domingo de resurrección: el día grande y quizás, el más especial y emotivo con la procesión de la virgen, sacada por las chicas y" el niño "(Jesús)en manos del cura, acompañado por los hombres. Unos por cada lado y en el que reúnen todos a cantar la canción del encuentro, hecha para la ocasión. La gente contiene las lágrimas, cuando cantan aquello de:
-Quitar madre el manto negroy poner el de alegríapues, ya ha resucitadovuestro hijo virgen María "-"Quitar madre el manto negroy poner el de las flores,pues que ya ha resucitado,el señor de los señores"-" Estabais muy penosade ver vuestro hijo clavado.Ahora estáis muy gloriosade verlo resucitado ".
Cada pueblo tiene la suya, aunque la versión es muy parecida.
Aunque la asistencia haya disminuido, lo que queda es auténtico. Es el alma de un pueblo que se niega a desaparecer por completo. Y mientras haya alguien que saque a la virgen y salga en procesión, aunque sea en silencio, la tradición seguirá viva.
¡Que no se pierdan nuestras tradiciones!
Extraído del perfil de Facebook · Rábano De Aliste
Mi agradecimiento al perfil ( Facebook) de Rábano De Aliste , por permitirme poder plasmar algunos de sus artículos en este blog sobre Zamora, mi mas sincero agradecimiento.
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