Otras Pasiones

La de Villarrín es, por su parte, la más característica de la zona de La Lampreana, conservando una procesión en la tarde del Jueves Santo que pierde sus raíces en los siglos, en que los nazarenos, con sus antiguos trajes de disciplinantes y los pies descalzos, recorren las calles del pueblo. No menos interés tiene en la zona la de Villafáfila, con su hermosísimo Descendimiento en la tarde del Viernes Santo.

De gran importancia es también la Semana Santa de Villalpando y Castroverde. En ambos casos se trata de procesiones y cofradías con varios siglos de vida, con una fuerte influencia franciscana.

Las magníficas tallas que desfilan, las estrechas e históricas calles por las que procesionan –como es el caso de Villalpando en que algún desfile atraviesa los muros de la villa por la bellísima puerta de San Andrés- y la participación popular, las hacen del máximo interés.

Los pasos procesionales de Puebla de Sanabria son tallas barrocas (S. XVII/XVIII): La Oración del Huerto, Cristo atado a la columna, Nazareno, Cristo Resucitado, Cristo Crucificado, La Dolorosa, La Soledad y San Juanico. Entre todos ellos destaca por su valor artístico el Cristo Crucificado. Se trata de una talla articulada y de una gran naturalidad de formas; siendo la figura que aporta mayor realismo.

Gran interés presentan también las Semanas Santas de Alcañices, Fermoselle, Coomonte, Manganeses de la Lampreana, Malva, Villardeciervos, Fuentelapeña o Carbajales, cada una representativa de su comarca y que han influido en las de los lugares limítrofes y en algún caso en la de Zamora; y en las que en unos casos se cantan bellísimos Stabat Mater, Pretorios, Rosarios de la Buena Muerte, Misereres, o los Romances a la Pasión de Lope de Vega y en otros se llevan a cabo ceremonias de Descendimiento o todos los participantes llevan el ritmo de la música durante la procesión.

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